Personas con Vitiligo.
Ashley Soto, de 21 años, de Orlando Florida, comenzó a sufrir de vitiligo cuando tenía tan sólo 12 años de edad.
La ex animadora comenzó a recibir comentarios crueles sobre su condición de la piel lo cual la llevo a perder la confianza en si misma.
Paso la mayor parte de su adolescencia ocultando su cuerpo llevando ropa de mangas largas y salir raras veces de su casa.
Pero después de publicar fotos de ella en su cuenta de Instagram, Ashley finalmente encontró confianza en si misma y a mostrar su cuerpo.
La joven pasó la mayor parte de su adolescencia en su casa, evitando de esta manera el contacto con la gente, además de usar ropa con mangas largas inclusive en días de verano.
Sucede que hasta el mes pasado, Ashley se había negado a usar bikini y esto porque cuando tenía 13 años y estando en una piscina, alguien la comenzó a molestar e insultar por su condición de piel.
Sin embargo tras años de sufrir de ansiedad y esa sensación de miedo de salir a la calle sin su madre, por fin Ashley ha comenzado a aceptarse tal cual es.
Ashley abrió un blog sobre tutoriales de belleza, pero hace cuatro meses y valientemente subió su primera foto, donde revela su condición y comenta que su primera impresión es que comenzarían a llegar comentarios desagradables, mas sin embargo fue todo lo contrario, ya que recibió respuestas positivas.
“Soy consciente de que puedo ser diferente, pero yo soy única y debería estar orgullosa de lo que soy… Ahora espero que mi página de Instagram pueda ayudar a los demás también”, comento Ashley.
“Tenía demasiado miedo de mostrar mi cuerpo, aprendí como cubrir mi cara".
“Pero había visto otras chicas mostrando su condición y había leído un montón de comentarios positivos”.
“Tenía mucho miedo cuando publique mis fotos y me esperaba comentarios desagradables pero fue todo lo contario ya que fue muy positivo”.
Cuando Ashley comenzó a publicar sus fotos en línea su confianza fue creciendo y empezó a dar pequeños pasos para recuperar su vida de antes.
“Empecé lentamente, dejé de usar suéteres y me fui a la parada de la esquina sin mangas largas para ver cómo me sentía”, explicó.
“Me fui poco a poco y comencé a usar camisetas sin mangas, que era algo que nunca haría”.
“Fui a la alberca y me obligué a ponerme un traje de baño”.
“Era tan raro al principio, pero yo solo quería volver a lo que era antes”.
“Finalmente he aprendido a amarme a mí misma”.
Ashley añadió:
“Estoy tan feliz de que ahora soy capaz de hacer algo por mí misma y que espero que mi página de Instagram pueda proporcionar ayuda a las demás personas”.
la dermatologa me recomendo el instituto de la piel ( aqui en mar del plata) donde tienen lampara UV.
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